LinkedIn es como un gimnasio. Si solo te inscribes pero nunca entrenas, no esperes resultados. Y si entrenas mal, puedes terminar haciendo el ridículo (o peor, lesionándote).
Lo mismo pasa aquí: optimizar tu perfil es solo el primer paso, pero si cometes estos errores, lo único que lograrás es ser invisible… o peor, dar una impresión equivocada.
Si alguna vez te has preguntado “¿por qué nadie interactúa conmigo en LinkedIn?”, puede que estés cayendo en alguna de estas trampas. Pero tranquilo, que aquí te digo cómo evitarlas. 👇
Si tu foto de perfil parece un pixel de 1998 y tu última publicación fue cuando creaste la cuenta, LinkedIn no va a hacer milagros por ti.
Si no estás presente en LinkedIn, LinkedIn tampoco estará presente para ti.
LinkedIn NO es un repositorio de hojas de vida, pero muchos lo tratan como tal.
Si tu sección “Acerca de” es una copia de tu CV con frases como “Profesional altamente capacitado con experiencia en…”, felicidades, eres uno más del montón.
Ejemplo:
“Profesional con 10 años de experiencia en gestión de proyectos.” “Llevo 10 años ayudando a empresas a transformar ideas en proyectos exitosos (y evitando que sus equipos entren en crisis en el proceso ).”
Si tu única interacción en LinkedIn es dar likes a lo loco sin comentar ni publicar, estás en modo fantasma 2.0.
LinkedIn premia a los que participan. Si solo observas, seguirás invisible.
“Hola, quiero agregarle a mi red.”
Si envías solicitudes sin personalizar o (peor) sin ningún mensaje, tu tasa de rechazo va a ser más alta que las tasas de interés bancarias.
Ejemplo:
“Hola, me gustaría agregarle a mi red.” “Hola [nombre], vi tu publicación sobre [tema] y me pareció muy interesante. Me encantaría seguir aprendiendo de tu experiencia. ¡Saludos!”
Dale un motivo a la otra persona para decir que sí.
Si cada post que publicas es un intento descarado de vender algo, la gente te va a huir más rápido que de un vendedor de seguros en una reunión familiar.
Ejemplo:
“¡Compra mi curso! 50% de descuento solo por hoy.” “Hace un año, un cliente tenía este problema [describe el problema]. Aplicamos esta estrategia y logró [resultado]. Si quieres saber cómo puedes aplicarlo, te cuento más en los comentarios.”
La clave es vender sin parecer que estás vendiendo.
Si alguien te deja un comentario y tú lo ignoras, o te escriben y nunca respondes, estás perdiendo oportunidades de oro.
Recuerda: LinkedIn es networking. Y en el networking, el silencio no es oro, es una puerta cerrada.
Tener una presencia efectiva en LinkedIn no es cuestión de suerte ni de algoritmos misteriosos. Es cuestión de participar con inteligencia.
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